martes, 7 de julio de 2015

Los audífonos, tus oídos y tú

Ten Cibercuidado, no abuses del uso de audífonos y mantén tu salud auditiva en buen estado.
Hoy en día la relación que tenemos con nuestros audífonos es cada vez más cercana. Éstos aparatos nos sirven para escuchar música, hablar por teléfono, para entretenernos mientras caminamos, hacemos ejercicio, trabajamos, entre otros. Su uso es cada vez más popular. Y aunque muchos conocen su carácter nocivo al usarse en exceso, hay poca conciencia de ello: el uso de los audífonos a un volumen alto aumenta el riesgo de sufrir pérdidas auditivas irreparables, e incluso llegar a sufrir de sordera.
Diariamente escuchamos el tráfico, los electrodomésticos de nuestra casa, la música de los vecinos. La gran mayoría de estos ruidos que pasan como “normales” en nuestro día a día, son en realidad nocivos para nuestros oídos. Cualquier ruido que supere los 85 decibeles es considerado dañino. Un susurro registra en promedio 15 dB; el ruido suave del trabajo de una oficina registra 40 dB: una conversación, 60 dB; el ruido del tráfico, 90 dB: los reproductores de música pueden llegar a más de 100 dB, y un concierto, a 120 dB.
Evidentemente en nuestras manos está tener un uso más responsabledel volumen de los audífonos, así como el cuidado de nuestra salud para evitar complicaciones futuras. Para ayudarte a tener un uso más saludable de estos aparatos, compartimos algunas recomendaciones:
  • Procura usar los audífonos por no más de dos horas continuas.
  • Usa los audífonos a un volumen moderado (preferiblemente menor a los 50 dB) para que puedas oír lo que ocurre a tu alrededor y no tengas que gritar para que los demás te escuchen.
  • Asegúrate que tus audífonos estén funcionando bien, ya que si están produciendo el sonido en baja calidad o produciendo distorsión, tus oídos podrían resultar lastimados.
  • Si crees estar teniendo pérdida de audición, visita a un médico especialista para que por medio de una audiometría, revise tu capacidad auditiva. 
* Con información de Salud180.com.


¿QUE PRECAUCIONES TOMAS AL NAVEGAR EN LA RED?



Cinco enfermedades de la ‘nueva era’ 

No dejes que la Ciberdependencia te atrape y aprende a desconectarte.
El uso compulsivo de dispositivos, aplicaciones y redes sociales está dando origen a una nueva clase de enfermedades relacionadas con estas actividades. Tristemente, la tecnología utilizada sin controles y de forma inadecuada está llegando a extremos de afectar física y mentalmente a quienes confían sus vidas en ella.
Curiosamente, la prevención de estos males es muy sencilla y, como con el alcoholismo, comienza en el reconocimiento por parte de las personas de que tienen unos hábitos inadecuados que es necesario cambiar. Estas son algunas de esas enfermedades de ‘la nueva era’ que cada vez son más comunes.
1. El estrés de los teléfonos inteligentes
Científicos de la Universidad de Worcester, en el Reino Unido,descubrieron una fuerte relación entre la utilización de smartphones y el estrés, en la medida que las personas comienzan paulatinamente a elevar la cantidad de veces que revisan sus dispositivos en busca de mensajes y alertas. Según el estudio, además de ser compulsiva, esta conducta está llegando a niveles en que los usuarios experimentan vibraciones ‘fantasma’ en sus bolsillos, cuando en realidad no tienen alertas.
2. Desordenes de sueño 
La luz artificial de pantallas de computadores portátiles, tabletas digitales, televisores y teléfonos inteligentes pueden reducir la producción de melatonina, hormona que ayuda a conciliar el sueño. De acuerdo con la Universidad de Gothenburg (Suecia), estos desordenes al dormir se traducen en un incremento del estrés y en el surgimiento de síntomas de depresión en jóvenes adultos. La recomendación es una: Evitar el uso de estos dispositivos –y apagarlos de ser necesario–, durante los momentos de descanso. 
3. Pérdida de atención por redes sociales
A pesar de los grandes beneficios que traen las principales redes sociales, en términos de acercar a las personas y difundir rápidamente contenidos en cualquier momento y lugar, estos sitios web también están generando problemas sicológicos, en especial en los menores de edad. Para no ir muy lejos, según la científica británica Susan Greenfield, Facebook estaría generando desordenes de pérdida de atención entre los niños: “Si los cerebros jóvenes son expuestos desde el comienzo a un mundo de rápida acción y reacción, de nuevas imágenes intermitentes cada vez que oprime una tecla, tal intercambio rápido puede acostumbrar al cerebro a funcionar en esas escalas de tiempo”, comenta.
4. Pérdida de audición
Pocas cosas son más ricas que ponerse unos audífonos para olvidarse del planeta mientras escuchamos nuestras canciones favoritas, al hacer labores del hogar, ejercitarnos o simplemente cuando vamos al trabajo o al colegio. Sin embargo, el mal hábito de usar el volumen más alto de lo recomendable, está generando graves problemas acústicos entre esta generaciónLa pérdida de audición es una enfermedad lenta y progresiva, que solo se nota después de años de daño acumulado. En estos casos, el mal uso de los audífonos está generando sorderas entre los 30 y 40 años, lo cual es hasta 20 años antes de lo que se presentaba en generaciones pasadas.
5. El síndrome cuasimodo
¿Qué probabilidades existen de que, mientras lee este artículo, usted esté escurrido en su silla o recostado en la mesa, al tiempo que su cabeza está caída al frente, sus hombros curvos y sus brazos doblados? Seguramente, esta posición es la responsable de sus dolores de espalda y cuello. Conocida como ‘text neck’ (el cuello del escritor), es la postura repetitiva que adopta la mayoría de personas al escribir en celulares, usar juegos digitales o utilizar computadores portátiles.
En este caso, lo único razonable por hacer es reducir el tiempo que se permanece en línea para salir con amigos reales.

Dar papaya y dar ciberpapaya

Algunos ejemplos para que te cuides dentro y fuera de la red.
En Colombia, “dar papaya” se ha convertido en una expresión muy común. Por medio de ella invitamos a otras personas a que estén alerta, para que así, evitando cualquier posible descuido, no tengan que sufrir alguna consecuencia.
En el mundo digital dar “ciberpapaya” también existe. A continuación les compartimos unos ejemplos de situaciones en las que “se da papaya” en el mundo análogo y  “ciberpapaya” en el mundo digital.
Mundo análogo
Mundo digital
Ingresar a un cajero acompañado de una persona desconocida que dice ayudarnos a realizar la transacción.
Ofrecer nuestras claves de acceso bancario tras acceder a un link desconocido que recibimos por correo electrónico.
Darle a nuestros amigos y conocidos una copia de las llaves de nuestra casa.
Darle a nuestros amigos y conocidos las claves de nuestro correo electrónico y redes sociales.
Dejar la puerta de nuestra casa abierta.
No cerrar la sesión del correo electrónico tras usarlo en un computador compartido.
Dejar a nuestro hijo/hija en casa de un extraño para que pase la tarde.
Permitir que los niños hagan citas con sus amigos virtuales.
No hacer limpieza en nuestro hogar.
No utilizar el antivirus.
Cerrar la puerta de nuestra casa sin ponerle seguro.
Utilizar el correo o las redes sociales sin revisar las opciones de seguridad y privacidad.
Pegar afiches en toda la ciudad con fotos familiares o privadas.
Compartir en redes sociales y otros espacios de internet fotos privadas o personales.
Ponerse una camiseta que tenga estampada la dirección de nuestra casa.
Compartir la dirección de nuestra casa, colegio u oficina en el perfil de las redes sociales.
Ir gritando a los cuatro vientos qué lujos, electrodomésticos o equipos nuevos hemos comprado.
Publicar fotografías donde se evidencien los objetos de valor que tenemos en casa.
Contarle a todo el mundo que te acaban de pagar tu sueldo y vas a sacar la plata en el cajero del lado.
Activar la geolocalización para compartir la información del lugar donde nos encontramos.
Permitir que extraños conozcan todo de mi, entren a mi casa sin permiso y tomen mis pertenencias.
Aceptar a extraños en Facebook.
Éstos son solo algunos ejemplos de cómo es posible dar papaya y ciberpapaya en el día a día. ¡Piensa en otros y compártelos! 

Una broma pesada puede ser una amenaza 

Un simple chiste puede llegar a tener graves consecuencias.
En internet, con facilidad encontramos videos, fotos y lecturas graciosas que con un solo clic compartimos con amigos para reírnos juntos. Con gran facilidad también podemos hacer bromas a amigos y contactos utilizando internet como herramienta. Sin embargo, cuando esto pasa, es importante pensar en algo: la línea que diferencia un chiste o una broma, de un insulto o una amenaza, es muy delgada.
Es decir, algo que puede ser para ti una broma sin mucho significado y por ende, sin consecuencias aparentes, puede significar algo muy diferente para la persona sobre la cual recae. Para ésta, la broma puede ser algo problemático y doloroso. Evidencia de esto es un triste caso registrado recientemente en Italia, en donde una niña de 14 años fue víctima de una broma muy pesada, por la cual sufrió serias consecuencias.
Esto se dio en la ciudad de Molfetta, al sur de Italia, donde una chica, a manera de broma, crea un perfil falso en Facebook con el nombre y los datos de una amiga suya. Al lado de éstos escribe “disponible para cualquiera”, y publica información privada, así como el número de teléfono y la dirección de la casa de su amiga.
Esos datos fueron usados por un hombre para contactarla e invitarla a dar un paseo por un parque. Allí, un grupo de hombres de edades que van desde los 16 a los 25 años, abusaron sexualmente de ella y la amenazaron para que no dijera ni una palabra al respecto. De hacerlo, ellos se encargarían de dañar su reputación ante su familia y conocidos, haciéndoles saber que era “una chica fácil”.
Tras esto, y a pesar de que las agresiones sexuales y las amenazas continuaron por meses, ella prefirió guardar silencio. Aunque intentó detener la situación cambiando su teléfono celular, solo se detuvo cuando puso la denuncia ante las autoridades de su ciudad. Gracias a su declaración, la policía italiana detuvo a 4 hombres que participaron en la violación, y se encuentra investigando a los otros 4, quienes son menores de edad.
Este es un caso doloroso y real de lo que puede pasar cuando un chiste, una broma o una simple frase que se comparte en internet, llega a tomar consecuencias inimaginables. Por eso, te invitamos a que pienses muy bien antes de jugar con el nombre de alguien en Internet, ya que ese chiste o broma insignificante, puede fácilmente convertirse en un insulto para la otra persona, o peor, en una amenaza para su vida.
*Con información de ABC y The Telepgrah